31.12.10

Undécimo dos mil

Terminar un año es algo cansado. 
Terminar un año y empezar otro nuevo, brillantito y reciente es toda una responsabilidad, así, de una campanada para otra y tratando de sobrevivir a un ahogamiento por fruta fuera de temporada.
Nunca consigo comerme las uvas a tiempo. Espero que la tradición se equivoque porque entonces no sé lo que me estoy perdiendo desde hace años.

Terminar un año a la velocidad a la que he tenido que acabar éste, con plazos, a contrarreloj y viviendo un mes que ha parecido un entrenamiento militar por las fuerzas especiales moldavas ha sido agotador.

Espero que el nuevo año sea un poco más relajadito. Por lo menos al principio. 

Luego que vengan las buenas emociones fuertes. Esas que molan.



De momento:

7.12.10

Elegantes y digestivas

Que el mundo de la enología está plagado de aliteraciones, epítetos, epífrasis y personificaciones quedó sobradamente explicado aquí.

Pero que el prosaico mundo de las hortalizas también tenía su retórica era algo que desconocía hasta que vi esto:



Nunca se me hubiera ocurrido que comer endibias fuera elegante. Y tampoco hubiera pensado que digestivas fuera un concepto que se pudiera relacionar directamente con elegante
A lo mejor es que ahí dentro del cuerpo todo son materiales de primera, y en vez de jugos gástricos tenemos duchas termales de ácidos estomacales, y en vez de ruidos gaseosos y de digestión, hilo musical; nuestro aliento son efluvios de ambientador fragante y evocador programado a 70 emanaciones por minuto y todo es tan perfecto que no hay residuos al final del proceso.

Busqué y rebusqué y remiré y no encontré ni una lentejuela ni un triste lazo por ningún lado...Pero si el envoltorio lo dice...

Ya me veo estas navidades con mi vestido más glamuroso en la cena de nochebuena, mi maquillaje impecable, mi peinado esculpido a prueba de holocaustos nucleares y mi mejor sonrisa, preparada para hincarle el diente a una de estas amargas asteráceas.

¡Fuera langostinos, langostas, cangrejos y todo tipo de crustáceos! 
El plato estrella para las grandes ocasiones serán desde ahora las pálidas y puntirrubias endibias.