28.2.11

Sin insultar a la camarera, por favor

Es bien sabido que comúnmente las parejas bien avenidas tienen un lenguaje propio, como una especie de código secreto que surge espontáneamente de la complicidad y la afinidad de ambos. A veces esto se traduce en expresiones concretas, inventadas o no, o incluso en tonos de voz distintos dependiendo de lo que se hable.

Leyendo hasta aquí se puede pensar que hago referencia a las palabras, expresiones y tonos que uno emplea con su pareja. Ejemplos de esto pueden ir desde los convencionales: "cariño", "gordita", "cielo" hasta cualquier otro término.

Pues no, me refiero a cuando uno hace referencia a otros objetos, otras personas o animales. Me explico. Por ejemplo en casa tenemos la costumbre de ir renombrando a nuestros gatos según el estado de ánimo que presenten, la actitud o el comportamiento.
No es nada raro oírnos decir de nuestro gato "El Señorito-hayworth" cuando se acerca a saludarnos estirando una pata cuya garra abre desplegando sus cinco dedos sobre una de nuestras rodillas, de tal forma que, al ser más bajito que nosotros -menos mal- debe elevar bastante la misma y al comenzar el gesto parece la susodicha a punto de quitarse uno de sus famosos guantes.

Hay que imaginarse al Señorito estirando un brazo en toda su longitud pero sin guantes, sin vestido ni tacones, y con más pelo en el cuerpo...ah y caminando a cuatro patas, claro.

Tampoco es extraño oirnos decir que ya viene "El Señorito Forense" debido a la costumbre que tiene de acercarse a olernos la nariz cuando nos tumbamos en el suelo para hacer un estiramiento o para enderezar la espalda. En ese caso decimos que viene "a ver si hereda" porque parece que comprueba si todavía respiramos.

Supongo que esto lo hace todo el mundo que vive con animales de compañía porque les quiere y porque sí -¿o estamos nosotros chiflados?-, porque como ellos no hablan pero a veces ponen esas "caras" tan expresivas entonces nosotros hablamos por ellos. (Aquí se excluyen cocodrilos, pitones, buitres...Hablamos de gatos, perros, etc.)

Lo mismo pasa con la gata y entre el abanico de apelativos que podemos utilizar con ella hay uno creado por Pelotillo: Putonian girl.
Este pseudónimo aunque suene un poco fuerte para nuestra femenina, casta y delicada gata se suele emplear cuando ésta saca su picaresca y nos utiliza para sus fines, bien sea echarse sobre nosotros para que le rasquemos la barriga, o empezar a hacer saltos de caballito frotando los costados contra los marcos de las puertas y lo que pille, en su intento de atraer nuestra atención al cuenco de su comida o al del Señorito -ella es así de considerada-.

Toda esta explicación tan larga era necesaria para poner en situación sobre lo que sucedió hace unos días.

Pelotillo y yo estábamos comiendo en un restaurante, bastante abarrotado de gente y con bastante ruido. L@s camarer@s iban y venían.
Con el postre Pelotillo empezó a meterse conmigo porque mi ración era más grande que la suya y decía que por supuesto debía cedérsela -generalmente medio discutimos para que se lleve la ración más grande el otro, por eso lo del postre era un pique- a lo que yo me negué alegando que ya le daba la ración más grande de todos los otros platos durante la semana y que por lo tanto me tocaba a mí.

Picado en su orgullo por no haber recibido la respuesta esperada: "Bueeeno, vengaaa...tooooomaaaa" que por supuesto no iba a aceptar en realidad, me amenazó diciendo que iba a empezar a dejar de llamar a nuestra gata Putonian girl para...y no terminó la frase.

Todo esta conversación la teníamos mientras nos terminaba de servir la camarera el postre con tan mala suerte que la chica ya se alejaba y Pelotillo dijo la famosa expresión varias veces. No hablábamos muy alto pero con el ruido de fondo nos teníamos que hacer oir.

Así que la camarera, cuando ya parecía que estaba considerablemente lejos, se dio la vuelta y nos preguntó: "¿Me decíais algo?" a lo que contestamos efusivamente: "no! no! no!" "Hablábamos entre nosotros!". Menudo corte!

Luego nos reímos claro, porque con un término inventado, que sin saber de qué va suena como suena de mal, ya es mala coincidencia que alguien se dé por aludido aunque sea de refilón.

25.2.11

La iglesia está en el mercado

Ayer por la mañana me encontré esto:


Es toda una sorpresa saber que ahora ya puedes hacer un máster en estos temas. Yo pensaba que la carrera secular iba por otros cauces pero se han "democratizado" y ahora también hay oferta privada de formación al alcance de cualquiera (hablo de la oferta no del precio del master ni de que éste esté de oferta).
Quizás lo próximo sea cotizar en bolsa.

Pero....


...Ah, no, mi gozo en un pozo. A lo mejor solo era una prospección de mercado.

24.2.11

Devorador@s de historias: El testamento de Judas

Esta historia puede que guste o que no. El tema promete. Habla de la aparición de un pergamino en la biblioteca de Lenin que revela los pensamientos y creencias radicales de Jesús, escritos de su propia mano, y bastante dispares con respecto a los postulados de la iglesia.
El descubridor de semejante hallazgo es un famoso académico de Moscú. Sobrepasado por la magnitud del descubrimiento recurre a su colega, Jack Gould, quien viaja hasta allí para colaborar con él.

Ambos descubren que por su contenido el pergamino es muy peligroso y sucederán diferentes acontecimientos que confirmarán esta suposición.

Yo me acerqué a esta historia tratando de averiguar algo más sobre los aspectos históricos de la tradición católica, cuyo ideario es bastante cuestionable desde mi punto de vista pero para gustos colores. 
La parte histórica me llama mucho la atención por razones que no viene al caso exponer aquí y lógicamente no es una novela donde mejor se puede documentar una pero a veces te da pistas de por donde tirar. En cualquier caso me gusta el tema así que me leo todo lo que cae en mis manos sobre ello.

Esta historia no deja de ser una novela y desde luego como tal no decepciona. Tiene intriga, drama y a mí personalmente me recuerda mucho a las historias de la guerra fría. Tanto que si tuviera que elegir una gama de  colores para describirla sería el azul, el verde turquesa pálido y el gris. Como la portada.



El tono general del relato es dramático, partiendo de la situación personal del protagonista y esto se ve acentuado por algunos acontecimientos que van sucediendo en la ficción.

Para mi propósito inicial no sirvió de mucho. Lo que podría reprocharle es que la historia no se implicara más en el contenido del pergamino, aunque fueran pinceladas.
Hay que tener en cuenta que el libro que nos ocupa hoy en Devorador@s... es de 1994 y que la traducción y restauración del verdadero evangelio de Judas (no ficticio) hechas y difundidas por National Geographic es de 2006, lo que puede justificar no meterse en aguas fangosas. Pero es llamativo que se escriba un libro con un título semejante y raro suponer que no haya ninguna idea sobre el contenido.

Quizás el autor solo ha querido escribir sobre aquello que ha hecho excitar su imaginación. Quizás se ha propuesto que la imaginación de cada cual haga lo suyo, dejándola divagar sobre qué ideas tan radicales debía de contener el manuscrito para que fuera tan importante que no saliera a la luz y se pusieran tantos impedimentos.
Quizás es que ya se habían oído cosas sobre el tema y el autor haya optado por dejar que los lectores recurran su memoria y lo que quiera evidenciar solo sean los mecanismos de censura de organismos que trabajan para la fe del pueblo cristiano. Muchos quizás veo en mi entrada...

Aunque parezca que tengo una opinión negativa yo recomiendo leerlo porque es una historia novedosa y que te tendrá en suspense hasta el final. Final por cierto que no voy a desvelar.

21.2.11

Todo el amor que te llevas y todo el que dejas

La vida es un suspiro.
Breve. Intenso.
Precioso. Único.

El aliento vital
del principio y el fin.

Venir de la nada.
Significar tanto. Todo.
Desaparecer.
La flor de los recuerdos.

Tantas vivencias.
La grandeza del ser ahora.
La despedida imprevista, abrupta.

Tu ausencia para siempre.
Llevarte ahora a todas partes
en un lugar de honor en el corazón.

¿Qué vamos a hacer ahora
con tanto amor, sin poder devolverlo?


[En memoria de M. y Nana.
Gracias por haber estado en nuestras vidas]

17.2.11

Devorador@s de historias: Desde mi cielo

Hoy me pongo dramática y os sirvo en bandeja una historia que yo devoré en su momento el año pasado: Desde mi cielo (The lovely bones), de Alice Sebold.

La historia trata del asesinato de una niña de catorce años cometido por uno de sus vecinos y de cómo lo viven sus familiares desde ese momento y durante los años posteriores a la pérdida. (Más en la imagen, como siempre)



El punto original de este relato es que los acontecimientos y el devenir de las vidas de las personas cercanas a la protagonista son contados por ésta en primera persona después de su fallecimiento, cuando ella llega a otro lugar donde también debe sufrir un período de adaptación tras lo sucedido.

El suspense lo aporta el hecho de que nadie sabe quién es el asesino de la niña y de que la familia no tiene constancia real de su muerte con lo que mantienen de algún modo la esperanza de que vuelva a sus existencias.

Es un relato impresionante, cargado de emociones y sentimientos pero sin caer en recursos facilones.

En algunos momentos es sobrecogedor -cuando terminas de leer el libro esa es la segunda palabra que te viene a la cabeza- y precisamente su belleza y contundencia radican en la objetividad a la hora de plantear los hechos más escabrosos, en la sencillez en la forma de contar lo que sucede alrededor de las vidas nada excepcionales de los otros protagonistas, en la complejidad de los sentimientos de los seres humanos, en el efecto de las despedidas y los reencuentros y en la idea tan difícil de asimilar del estado absoluto e irreversible de la muerte, haciendo hincapié, no tanto en el acto en sí que parece casi secundario, si no en su consecuencia más importante: despedirte definitivamente de tus seres queridos.

Pero también hay un hueco para lo positivo. El amor que lo compensa todo, que lo soluciona todo aunque a veces no nos demos cuenta, algo que tenemos siempre con nosotros y al que prestamos a veces tan poca atención.

Es un libro que me mantuvo en un estado bastante triste mientras lo leí pero que mereció la pena con creces y seguramente volveré a leerlo a pesar de ello. Es cierto que para padres/madres su lectura debe de ser una experiencia mucho más dura por el efecto de identificación pero es una historia que aporta mucho más. 
Proporciona un bonito consuelo para aquellos que no creemos en dogmas de fe y tiene un efecto catárquico al renovar nuestra mirada sobre la vida que tenemos, la gente a la que queremos y a que no siempre nos comportamos de acuerdo a potenciar el lado positivo de la vida y de nuestras personas.

Peter Jackson la adaptó al cine y está muy bien contada. Utiliza formas distintas al libro de solucionar situaciones difíciles pero ejecutadas con muy buen gusto y sin dejar lugar a dudas de lo que está contando (como el asesinato de la protagonista).
El formato del cine condiciona el contenido por lo que los tiempos en la película están alterados y los acontecimientos reinterpretados para que se pueda entender la historia. 
En cualquier caso, tanto si habéis visto la película como si no, os recomiendo leeros el libro. En el caso concreto de Desde mi cielo los matices que encontraréis en la lectura revelan la gran historia que contiene.

14.2.11

Lunes romanticoide


Hoy es el día de poner los ojos en forma de corazón, de esperar ansiosos a que llegue la hora de la cena, de ponerse de tiros largos (y cortos en el interior) y exhalar aromas embriagadores que conquisten al sujeto objeto de nuestros anhelos.

Algunos lo llaman El día del Corte Inglés, los que no tienen pareja desearían celebrar este día o que inaugurara un período de nuevas celebraciones, los que tienen pareja desde hace tiempo puede que lo sigan celebrando o que ya hayan empezado a formar parte del grupo que piensa que es un día comercial, los americanos parece que se envían felicitaciones y se hacen regalos entre amigos y familiares también, no reduciendo la celebración al ámbito de la relación íntima de pareja...

En cuanto al orígen de este día hay muchas influencias posibles: desde los nórdicos porque es alrededor de esta fecha cuando empezaban a aparearse los pájaros y se consideraba el inicio de un período de creación; pasando por romanos que celebraban el culto a Eros-Cupido, con ritos que propiciaran el encuentro de la pareja perfecta; por la fiesta de los valentinus, inglesa, cuyo objetivo era también emparejarse; a la historia de San Valentín, religioso del siglo III, que casaba a escondidas a los soldados, según el ritual cristiano, contraviniendo la prohibición impuesta de casarse porque se pensaba que solteros eran más eficientes en el campo de batalla. Esto lo convirtió en una especie de protector de los enamorados. 
Esta última influencia se considera de las más importantes porque en la época en que se perseguía el cristinanismo, San Valentín no fue una excepción y fue encarcelado. Se enamoró de la hija de uno de los carceleros que custodiaban su encierro y antes de su martirio, le envió una carta firmándola "de tu Valentín" que dio origen a la costumbre epistolar de este día.
Tiempo después la iglesia católica, fiel a su modus operandi, canonizó a este santo para acabar con la festividad pagana en honor del dios de la fertilidad Lupercus que se celebraba el 15 de febrero.

Sean cuales sean los orígenes o las motivaciones, al final lo importante es ser feliz este día -y todos los posibles- y tanto si se celebra como si no que todo el mundo disfrute del cariño de las personas que le rodean y que sea celebrado -o no- de la forma que le apetezca a cada cual.

Igual que no hay modos establecidos de sentir, tampoco hay modos establecidos de compartir estos momentos. A lo que hay que sucumbir es al amor.
Además para ser lunes, tampoco está tan mal.



10.2.11

Devorador@s de historias: Maldito karma

Casi recién cumplido el primer año de vida de In Scriptum voy a introducir un pequeño cambio.

Como buena lectora de otros blogs por ser alma curiosa que realmente en alguna otra vida debió de ser gato (aunque espero que esto no me mate) hace tiempo que he comprobado que en muchos blogs reservan un día, el viernes concretamente, a dedicarlo a un tema concreto. (No, no he hecho un gran descubrimiento ni me he quedado calva...) De este modo los viernes llegan plagados de fotos especiales, vídeos o temas musicales que nos animan, aún más si se puede, el hecho de que sea viernes y por lo tanto el fin de la condena semanal -laboral, se entiende-.

Yo he decidido que en In Scriptum sea el jueves. ¿Y que tiene de especial el jueves? Pues porque el viernes es viernes, y ya eso es motivo suficiente para estar más animado. ¿No habéis notado que la gente los viernes está más amable,...sí, un poco más alocada, quizás distraída, pero como que la sonrisa aflora con mucha mayor facilidad a los rostros que un lunes? ¿O un martes?

El jueves es la antesala del viernes, la víspera de la noche de reyes, madrugar para irte de vacaciones, preparar una mesa antes de recibir a los invitados, el café cuando viene antes del postre, abrir los ojos en la mañana de tu cumpleaños, esa página en blanco que viene detrás de los datos bibliográficos del libro que vas a empezar y que está justo antes de que la historia empiece y con la que no contabas; que parece que el estómago te da un minivuelco porque creías que ibas a empezar ya ese libro que tanto querías leer pero te aparece la hoja muda, impertérrita y...vacía pero cargada de promesas.

¿Y de qué van a tratar los jueves? Ya os lo he dicho en el párrafo anterior. Sí, si, no lo releas entero que está al final.

Los jueves nos pondremos las gafas en la punta de la nariz y haremos de In Scriptum el libroblog.

Así que hoy empieza

DEVORADOR@S DE HISTORIAS

Los hados literarios han debido de estar influyendo sobre mí a la hora de elegir lectura porque llevo dos libros que me tienen las pupilas pegadas a las páginas, sacando mis instintos más depredadores en mi afán de llegar al final y saber cómo terminan.
Es raro que pase tan seguido (es como que te toque la lotería dos veces consecutivas) pero es un placer como pocos.

La última en mi poder es Maldito Karma, de David Safier: Una presentadora de televisión de éxito que ha dado prioridad a su trabajo sobre su vida personal hasta llegar a una situación crítica en el ámbito familiar, muere repentinamente y debe experimentar sucesivas reencarnaciones para acumular buen karma y de este modo compensar su comportamiento y el daño inflingido a los demás en su anterior vida. (Pinchad en la imagen para leer un resumen más detallado.)

La primera vez que vi la portada y el resumen del argumento pensé que podría estar bien pero que era una historia ligera, de esas que te dejan buen sabor pero que tampoco trascienden mucho más allá. Y me equivoqué.

Es un relato ameno. Una vez que empiezas ya no quieres dejarlo, te apetece leerlo de un tirón.

Es divertidísimo. En más de una ocasión he tenido que disimular una sonrisa o sofocar una carcajada durante el viaje en metro, para que no pensaran que estoy loca. En un espacio tan reducido y rodeado de desconocid@s resulta  sospechoso ver a alguien reirse solo, aunque lleve un libro en las manos.

Es mucho más profundo de lo que parece. A medida que van pasando los acontecimientos te obliga a reflexionar primero sobre los dilemas del personaje que obviamente estaremos lejos de experimentar aunque solo sea porque en una reencarnación uno no recuerda sus vidas pasadas. Y luego sobre tu propia vida.

El relato está lleno de emotividad y David Safier consigue establecer una especie de comunicación directa con el lector/lectora a través de su personaje, llevándote a vivir casi como propias las encrucijadas en las que va viéndose inmersa el personaje principal.

A pesar del hilo fantástico o espiritual que conduce la historia los personajes están llenos de humanidad, con sus defectos, virtudes, limitaciones y afán de superación. No hay una idealización de ningún comportamiento y eso los hace más auténticos porque deben pasar por encima de sus propias convicciones para avanzar.
Desde el principio la reencarnación es un elemento más, creas o no en ella, y la aceptas naturalmente en la coherencia de la historia.

El sentido del humor no se pierde ni en los momentos menos cómicos y el autor crea unas imágenes tan precisas para el lector que es otro de los puntos clave.

Todo esto se ve enfatizado por una traducción muy bien hecha y adaptada como un guante a nuestros tópicos.

Dejadme decir al final de la reseña de hoy que se merece una mención especial Casanova. No digo más. Cuando lo leáis lo entenderéis.

Imagen cortesía de www.actualidadliteratura.com/

7.2.11

Los placeres de la carne

¿Quién dijo que un folleto no tenía impacto publicitario?

Pues he aquí un ejemplo de como un simple folleto puede llamar tu atención mucho más que el mejor anuncio de televisión.

Lo ves así, cogido a los parabrisas de los coches, y hasta el más célibe y casto se acercaría a ver de qué va tamaño descaro.
 

 
En las distancias cortas es cuando sonríes.



La publicidad también puedes ser divertida.

3.2.11

La vuelta al blog en 365 días


Hoy In Scriptum cumple un añito.

Al igual que con In Vitreo no sabía muy bien cuánto tiempo lo iba a mantener, si no acabaría dejándolo por falta de tiempo, de ideas o de ganas.
Al igual que con In Vitreo no ha sido así. No escribo con mucha frecuencia, generalmente por falta de tiempo y así voy por la vida, a la "caza y captura" de mis propias anécdotas o de las cosas que suceden a mi alrededor y a la menor oportunidad, ¡zas! las transformo en entrada.

La intención al abrir In Scriptum fue escribir; escribir y compartir, comunicarme escribiendo, una de las miles de cosas que me gusta hacer. 
Pero no quería tampoco hacer un diario de mi día a día. 
Creo que ya lo he dicho pero no es que lleve una vida tan excitante como para abrir un blog sobre ella (Además tengo un contrato de exclusividad con todas las celebrities que me impide publicar aspectos de sus vidas privadas,... como la última fiesta en el yate de...¡Uy! ¡Qué me voy de la lengua...!)

Mi intención era y es darle un toque de humor a la rutina, una visión distinta sobre las cosas, esa que hace que algo neutral o no tan divertido pueda parecer otra cosa, incluso absurda, y que al menos se pueda distraer un@ leyendo. 
A veces también me pongo solemne. La realidad me lo impone pero son ocasiones más bien contadas y bueno, tampoco hay que ser inflexible; cuando toca, toca, aunque la idea original va más por el optimismo.

La cuestión es que subiendo una o dos entradas por semana (¡incluso a veces 3!) se me ha pasado este año volando -quizás un poco más lento que los otros, los cronológicos pero ese es otro tema, para ese todavía no hay antídoto- y me lo he pasado muy bien.
Mucho mejor al ver sus frutos en los comentarios de la gente que me lee y comenta. Probablemente haya otras personas que lean lo que escribo y no comenten, por muy diversas razones, yo también leo otros blogs y no sabes por qué con unos te sientes en la necesidad de comentar y en otros no, y no siempre es por una razón de preferencias. Cualquiera sabe.

Y como corresponde al final de todo discurso llega el momento de los agradecimientos.

Gracias a


Ha sido mi primer seguidor (y espero que lo siga siendo). Compañero incondicional y muchas cosas más dentro y fuera del blog. Nunca tengo palabras suficientes para agradecerle a los hados que nos hayamos encontrado y que estés a mi lado.

Maléfico, versátil, ocurrente, creativo y siempre muy considerado con todos, nunca había visto un diablo con tan buenas maneras,...¡Claro que es el primero que conozco y con el que "hablo"... ! Creo que antes se sometería a una festival de arpa angelical y botellón de agua bendita que dejar de corresponder y responder a las personas que le visitan, siempre consiguiendo que todos nos sintamos especiales.
Por cierto, y padre tan orgulloso de sus hij@s...Pero, ¿qué digo? ¿¿El Diablo tiene descendencia?? ¡¡Estamos perdidos!!

Sigiloso pero presente, con unos comentarios muy acertados que siempre dan un punto de contraste, necesario y de los que ya no puedo prescindir.

Esporádico, tan amable, de palabras siempre correctas y alguien a quien le encanta escribir y contar historias.

Es una inyección de optimismo y afecto cada vez que deja su huella por aquí, como una lluvia inesperada en primavera que te deja con la sensación de que todo ha cogido otro brillo.

Laura
Mi locuela Lauri, que tiene más corazón que cuerpo y que de vez en cuando me llevo la alegría de ver un comentario suyo. A ver si nos ponemos serias de verdad y nos vemos ¡ya!


Creo que no me dejo a nadie, eso espero. Encima que tengo un público minoritario pero MUY SELECTO solo faltaría que me olvidara de alguien...

Por supuesto gracias a las personas que me lean aunque no dejen comentarios, que supongo que alguna habrá. Ya si os animáis comentad y el año próximo -el del blog- os puedo incluir en la lista...¿Os he convencido?


¡Un gran abrazo a tod@s!

1.2.11

Cuando el hambre no se sacia

Existe una raza humana ancestral que lleva dominando el mundo desde que el ser humano elaboró el lenguaje para comunicarse con sus congéneres y, aunque todavía hay teorías divergentes, probablemente incluso antes de que se produjera la comunicación verbal, en el mismo acto en el que el hombre primitivo se preguntaba sobre los acontecimientos naturales de su entorno.

Esta especie siempre se ha caracterizado por su notable voracidad y agresividad que ha tenido que disimular. 
Ha evolucionado durante los siglos, camuflándose y realizando estrategias sutiles que le sirvieran para no llamar la atención y pasar desapercibidos.
De forma elegante, en siglos ya más recientes, estos seres se han introducido en selectos clubes y estratos sociales de gran intelectualidad para mantenerse incólumes ante el paso del tiempo y el olvido.

Actualmente podemos ver a estos especímenes viajando en metro, absortos en sus libros, asimilando páginas y páginas de papel o digitales, ocultando su mirada del resto de seres humanos para que no vean la fiebre palpitante en sus ojos, hundiéndolos en los aconteceres y sucederes de personajes ficticios o reales.

Son los devoradores de historias.

Inteligentemente y gracias a tantos siglos de experiencia han sabido colarse en las nuevas tecnologías. 
Algunos, ávidos de relatos y eternamente insatisfechos, han decidido crear el suyo propio, abriendo blogs en los que contar historias; supliendo de este modo con un ordenador, el tiempo y el espacio que requeriría reunirse en torno a un buen fuego, a una taza de café o en una sala cualquiera para contar y escuchar historias pequeñas, grandes, personales, ficticias, ocurrentes, anecdóticas, estéticas, aleccionadoras,...

Hoy, primer día de febrero de 2011, debo desnudar mi alma y dar a conocer mi verdadera esencia, la doble vida que llevo. Debo admitirlo, no puedo engañaros más: soy una devoradora de historias.

Y a pesar de mi escepticismo inicial con respecto a ella desde ayer me encuentro devorando una historia extraña, absurda, coherente, lógica, verosímil, simpática e hilarante que reclamó mi interés por su portada: Orgullo y prejuicio y zombies de Seth Grahame-Smith y Jane Austen. ¿Jane Austen? Pues sí, es la misma historia escrita por la novelista británica y reescrita por Seth Grahame-Smith pero para más detalles, pinchad en la portada.


Y yo me pregunto: ¿por qué si nunca me ha gustado este género de terror, digamos, "físico y organoléptico" me estoy aficionando ahora?
Ni idea pero entre Walking Dead y este libro me estoy aficionando. Aunque no creo que esté dispuesta a admitir nada más allá de lo inspirado en lo clásico.
Todavía recuerdo lo bien que me lo pasé con La noche de los muertos vivientes, la original, no el remake. Ni las comedias han sabido sacar tanto de mí (1).
Por otra parte, las moderneces en este tema me quitan el apetito.




(1) No es que me riera de la película, me reí con la película. Precisamente la gracia y el encanto lo pusieron la época a la que pertenece y los medios con que contaban.