29.9.10

La jardinería no relaja tanto como dicen

 
 
Ayer sucedió una de esas situaciones absurdas en las que terminas preguntándote "¿cómo he llegado hasta aquí?"
Lo más desesperante es que esta situación-tipo últimamente se repite con cierta frecuencia y tiene tan poco sentido que pasado un tiempo sigo sin encontrarle la gracia, el quid, la explicación, el sentido cósmico, con lo que finalmente lo dejo archivado en la carpeta S.A.C.C.O. (=Situaciones Absurdas Con Congéneres Obtusos)

No tengo muy buena mano para las plantas. Afortunadamente para mis gatos, con los animales, sí (los animales humanos tampoco se me dan tan mal aunque ésta es una de esas excepciones). Pero soy obstinada cuando algo se me resiste así que de vez en cuando me olvido de mi condición de "mejor mantenerse alejada de las plantas" y me hago con unas cuantas inocentes que acojo con alegría en casa.
Las últimas han sido una de hierbabuena, una damasquina y una de lavanda.

Hemos empezado mal con la hierbabuena; primero la vi apagada y algo mustia y pensé que era exceso de sol porque todavía por esas fechas teníamos temperaturas altas así que la regué generosamente y la trasladé a la otra parte de la casa que es menos soleada, junto con la damasquina.
No es fácil ubicar las plantas en casa porque las ventanas disponibles tienen zonas muy diferentes y además es necesario tenerlas alejadas de Doña Croqueta y El Señorito, a los que les encanta aderezar sus paladares con sabores nuevos.

La planta de hierbabuena empezó a estirar sus tallos pero no se la veía frondosa y sí algo más débil así que viendo que donde estaba la iluminación era insuficiente y que el sol había aflojado en la otra parte de la casa volví a trasladarla junto a la damasquina (otra vez).

En el traslado aprecié una "simpática" araña de color blanco con unas manchitas negras en el lomo, que se comportaba como si hubiera entrado a robar en su casa, vigilando sin parar todas las "salidas" y "entradas." 
La invitamos amablemente a abandonar la planta ocupada y dejé a la hierbabuena y a la damasquina disfrutando de un sol algo menos agresivo.
Cuál ha sido mi sorpresa cuando al ir a regarlas un par de días después me he encontrado la damasquina forrada de telaraña. Parecía el típico atracador con la media en la cabeza así que Pelotillo y yo salimos a la calle a abordar la primera floristería disponible para volver armados de acaricida hasta los dientes.

Llegamos a la floristería y le conté la situación al floristero.

-Hola, tengo una damasquina que creo que tiene araña blanca.
-¿Pero lo que tienes es araña roja? -léase con entonación a medio camino entre la pregunta y la afirmación. Esta iba a ser la entonación del floristero para toda la conversación. Aquí ya empecé a sospechar-.
-La planta está cubierta de telaraña y tiene puntitos blancos -mejor se lo explico y lo dejo en manos del entendido que por experiencia profesional sé que los equívocos llegan por los matices-.
-Entonces es araña roja -También son ganas de fastidiar por parte de las arañas-.
-Y lo que tienes son claveles chinos, ¿no?
-Pues no lo sé, supongo. Usted lo sabrá mejor que yo.
-No, no, bueno, yo no lo sé. La damasquina se llama así aquí, en Cáceres se puede llamar de otra manera, tiene muchos nombres. Yo sin el nombre científico no sé qué planta es.
-Claro...yo es que del nombre científico no me acuerdo. -...porque no soy botánica entre otras cosas, solo he venido a pedir asesoramiento...-.
-Entonces, tagetes -que es el nombre científico; al final parecía que el señor floristero sí sabía cuál era.- Yo te aconsejo que si está muy avanzada es mejor eliminar la planta porque para lo que le queda de temporada por los fríos de otoño no te merece la pena y es muy dificil de erradicar.
-Ajáaa....pero tengo una lavanda y voy a plantar tulipanes y me gustaría estar preparada por si se contagian.
-La araña roja es muy caprichosa y solo se va a otra planta si le gusta más y cuando termina con ella salta a otra. Pero su temporada termina en breve. La época de floración de los tulipanes no coincide con la de la araña roja así que te da igual
-[...!...] Vale, pero es que no quiero que se contagie la lavanda.
-No las pongas cerca de la damasquina. Mira, yo estoy aquí para vender y tengo el acaricida, que son 6.50, pero es que no te merece la pena porque la planta no se puede recuperar. La lavanda puede enfermar también pero solo si le gusta más a la araña. Pero yo no te aconsejo que te lo lleves. Yo tengo el acaricida pero para qué lo quieres.
-[Brrrrr...¿Qué me recomienda entonces, una entrevista con la araña?]

Miro a Pelotillo implorando ayuda porque ya no sé cómo manejar esta situación. Quiero el p*t* acaricida de los c*j*n*es para que en cuanto vea la más mínima mota, si es que la veo, fumigar a Pelotillo, los gatos y la casa entera si hace falta y no hay manera de comprarlo. Lo quiero porque precisamente no se me da muy bien esto de interpretar a las plantas, ¡j*d*r!
-[Inspiro profunda y disimuladamente] Vale, de todas formas me lo quiero llevar para tenerlo a mano.
-¿Pero para qué te lo vas a llevar? Mira, yo estoy aquí para vender y el acaricida son 6.50, pero mejor estás pendiente y en cuanto veas un puntito vienes y te lo llevas. Claaaaro.

Lo que no tengo muy claro es si este hombre tenía pocos clientes y quería recibir visitas o quería venderme sus plantas, que a lo mejor cuestan más que los 6.50 del acaricida.

En realidad creo que este tipo es uno de esos extraterrestres-araña de MIB, disfrazado de floristero y está infiltrado para invadir el mundo con su especie.

6 comentarios:

  1. Igual estaba en huelga desde ayer... O es que tiene información arácnida privilegiada y las arañas nos van a abandonar en breve. Ahora que, como un día me levante y te encuentre envuelta en telaraña voy y... y... y... le abrazo. Yuhuuuu día completo de consolas... ;P

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  2. Pues vaya decepción! Creí que dirías que le ibas a fumigar con su acaricida de 6.50 pero en la garganta. :(

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  3. Pero mujer, mira que no saber el nombre científico de la damasquina... ¡¡Pero si es vox populi!! :D
    En mi casa, no sé qué pasa que tampoco nos duran las plantas. Solo parecen estar en su salsa los cactus, cosa que no está del todo mal teniendo toda ella un aire mexicano.

    A mí no me cabe la menor duda: ese floristero es el rey de las Arañas Rojas. ¿Cómo iba a ayudarte a eliminar a las invasoras de la Humanidad? Pffff :P

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  4. La verdad, JuanRa, es que estaba pensando precisamente en esperar a que la naturaleza vegetal siga su curso en mi casa (y ya anticipo que no será seguir viva por mucho tiempo) y sustituir las plantas por cactus pero aún así no sé yo si sobrevivirán.
    Lo que ya no me parece práctico es caminar por casa con las espuelas...; yo creo que se me va a rayar el parquet. Mis gatos caminarían especialmente raro con ellas puestas ;)

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  5. Pero qué decepción ni qué araña roja muerta... ¡Vivan las arañas rojas! ¡Vivan las consolas! ¡Vivan... eh, ejem, que digo que sí, que por supuesto que le fumigaría la garganta pero con una acaricída de los chinos de 50 céntimos que seguro que es más tóxico. O le doy de comer comida china de esa que venden con plomo o... o... lo que sea por (un día de consolas) digo por ti... ;P

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  6. Pelotillo, voy a empezar a revisar los armarios a ver si has comprado algún "maewomicida" en aerosol... :S

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