8.9.10

Lo tuyo es puro teatro

Como ya comenté ayer, Pelotillo cumplía años.

Una gran sorpresa que me tenía reservaba vino por la tarde.
-¿Sorpresa? ¿A mi? Pero si hoy es cumpleaños.
-Tsssé...Ya sabes cómo soy, nena.

Así que nos dirigimos al metro y del metro a la calle y en la calle, hale, a caminar.

Yo le había preguntado en casa: "¿Vamos a caminar mucho?". A lo que él contestó: "Nooo..." y yo me puse unos zapatos con tacón. Si, vale, no mucho tacón que una no suele ir por ahí como los Ángeles de Charlie, corriendo con taconazos imposibles; qué menudos tobillos debían de tener las tías para no hacerse ni una simple torcedura, no hablemos ya de esguinces. Vamos, que por ir, una no va en tacón alto casi ni a trabajar, que son muy fatigosos.

De este modo, como decía, salimos del metro y camina que te camina y yo, un poco mosqueada porque ya me conozco a Pelotillo, le digo: "Oye, ¿no decías que no había que caminar mucho?" Ahí le pillé. Emocionado con el momento se había olvidado de nuestra conversación y me tuvo un ratillo despistándome (yo más bien diría, destrozándome los pies).

Finalmente llegamos al teatro Alcázar y la sorpresa era: La Venganza de don Mendo. Una adaptación del clásico de Pedro Muñoz Seca hecha por Tricicle y muy divertida, en la que todos los actores están muy bien y donde descubrí el talento (el talentazo) como actor de teatro de Javier Veiga, el protagonista.

[Foto extraída de www.tricicle.com]

Ha sido un cumpleaños muy especial y eso que no era el mío.

Gracias, Pelotillo.

1 comentario:

  1. De nada cariño, ya sabes que mi mejor regalo es hacerte feliz (qué bien me ha quedado...).

    Fue un cumpleaños genial y como siempre gracias a ti.

    ResponderEliminar