6.10.11

Facebook y la máquina del tiempo



A día de hoy casi todo el mundo tiene un perfil abierto en facebook. Se podría decir que en muchos casos, privada y comercialmente hablando, si no tienes facebook no existes. Las redes sociales han experimentado un crecimiento imparable; cada vez estamos más localizables que nunca. Si a eso le sumamos iPhones y androids pierde todo su sentido aquello de huir a una isla desierta porque daría igual. Seguro que podrías hablar por teléfono, chatear, leer las noticias, actualizar tu blog, te podrían traer comida a domi-isla -chiste fácily podrías organizar tu propio rescate. 
Los naufragios han perdido todo el romanticismo.


A lo que iba. Yo soy más de twitter porque ante tanta saturación de información haría falta pasarse el día pegado al ordenador/iPhone/android/tablet/loquesea para estar al día y aún así no sé si sería suficiente. Lo dice alguien a quien le pone nerviosa leer el periódico porque como devoradora de libros que soy, tengo que leérmelo de cabo a rabo y eso es imposible y absurdo.

Twitter es muy agradecido porque es sintético, para empezar tiene límite de caracteres en lo que sería equivalente al muro de facebook, y por si fuera poco te acorta las direcciones web.  Sería como la aplicación de los titulares de los periódicos a internet permitiéndote escoger lo que quieres a un golpe de vista, incluso para mí que el periódico me lo tengo prohibido por motivos de salud.

Facebook me cuesta. Entro, leo y escribo alguna cosilla. Pero me cuesta.
He llegado a pasarme semanas enteras sin entrar. El formato me parece horrible, limitado, antiguo, rígido, lineal.
No le discuto la inmediatez y la capacidad de difusión pero no hacemos buenas migas.
Entre los peros le encuentro que tiene mucha jeta, cualquier aplicación que quieras usar la pagas dando vía libre a que el programa (o váyase a saber quién) acceda sin límite ni consideración a tus datos, y es más, permitiendo que ponga publicaciones en tu nombre si le apetece. 
Así que un día cualquiera podría yo entrar en facebook y encontrarme con que sin saber cómo estoy promocionando productos para pérdidas de orina, o la caza ilegal del marabú, o apoyando que repongan Verano Azul. Pues no, así que en mi caso, una vez que inicio sesión, poco puedo hacer  que no sea visitar los muros de los demás y dejarle unas palabras.
Y al final, si quieres preguntarle o decirle algo importante a alguien tienes que escribir un correo electrónico, por discreción, algo que puedes hacer perfectamente fuera de la aplicación. Si es que al final invita a la superficialidad sino parece eso un patio de vecinas cotillas.

La ventaja que tiene, repito, es la inmediatez. Me permite saber de mis amigas en la India o de todas aquellas personas a las que por falta de tiempo no puedo ver a menudo y así sé qué tal les va.
Bueno, o intuyo qué tal les va. Porque esa es otra. Mucha gente utiliza fb como escaparate (no me refiero a mis amigas en la India). Que con tanta foto cuando celebran un cumpleaños se les deben de derretir las velas en la tarta...si es que llegan a la tarta. Que se podría hacer una animación juntando todas las fotos y poniéndolas en formato vídeo y tendrían un corto..

Están l@s empalagantes: que si foto de perfil (no del perfil), que si foto de espaldas, que si ahora una carita, unos morritos, yo pasándomelo bien, yo siendo aclamado por mis colegas, yo luciendo palmito (mal) disimuladamente -que es de lo peor-, en definitiva, yo yo yo yo y qué bien me caigo... Que me parece bien subir fotos y compartir pero con naturalidad, hombre. Que esto es como antes cuando la gente se iba de vacaciones a sitios remotísimos y carísimos para contarlo después.

También están aquell@s que tienen tantos amig@s que podrían gestionar el departamento de personal de una multinacional. Lo admiten todo. Indiscriminadamente. Y luego no pisan fb ni para comprobar si ellos mismos siguen dad@s de alta. (Excluyo de esta categoría a la gente que realmente tiene much@s amig@s.)

Luego estamos los que nos dimos de alta por curiosidad, porque alguien nos insistió, por pasar mejor un rato de aburrimiento, y que nos dejamos ver menos por allí que por un hospital, no vaya a ser.

A pesar de todas estas razones un día me animé a escribir en un grupo de ex-alumnos de mi cole. De esa forma en que lanzas una botella al mar y lo que esperas es que se termine rompiendo. Pasaron los meses y aquello estaba más desierto que Los Monegros hasta que en septiembre la botella volvió; sí, hay vida en ese grupo y empiezan a aparecer antigu@s compañer@s de babi y escuela.

Entre todos -algunos más que otros entre los que yo no me encuentro- hemos ido reconstruyendo la memoria de esos años, a fragmentos pero ha sido (es) como vivir una especie de shock. Perdí la pista a casi todo el mundo de esa época y la vida me fue llevando por otros (a veces tortuosos y otras, satisfactorios) derroteros. 
He resucitado recuerdos que me parece increíble que aún estén ahí.  
Meterte de nuevo en la piel de una niña de 4 años -y de ahí en adelante- desde la perspectiva de una muchacha lozana, sabia, culta y despampanante, tal cual soy hoy, no es fácil (tampoco lo de ser despampanante, eh, pero lo llevo con humildad y modestamente como se puede ver).  
En consecuencia empiezan las comparaciones. No las malas, esas envidiosas, si no las de ver cómo han transcurrido las vidas de tod@s: "anda si ésta tiene hijos", "halaaa, qué poco pelo le ha quedado a éste...", "pero, ¡¿ésta es fulanita?! si no parece la mismaaa", en fin, ese tipo de cosas. (Es fácil comprobar que las comparaciones son para los demás que yo me sigo viendo como siempre pero eso supongo que le pasa a la mayoría)

Empiezas a pensar -vale, sí, yo, que soy una filosofona- qué momento importante de su vida coincidiría con aquél tuyo y cómo será su visión del mundo desde entonces y en qué diferirá de la tuya....Vamos, ralladuras de limón que tiene una. 

Luego están las noticias tristes, miembros del colegio que han perdido la vida y alguno que sigue vivo pero que se ha echado a perder y en realidad no sabe ni le importa si está o se ha ido. Entonces se te encoge el estómago porque es como si fuera algo tuyo aunque en realidad no con todos has tratado tan estrechamente. 

Y por último la gran duda: ¿qué quedará de aquellas fricciones, animadversiones, tiranteces o simplemente falta de afinidad de entonces? ¿Seguirán latentes en el punto en el que se dejaron? ¿Se habrán olvidado hasta el punto de no recordarlas? ¿La infancia es una fase pasajera en la que tenemos un comportamiento concreto y con el tiempo y las experiencias podemos llegar a ser bien distintos o el que tuvo retuvo? 

Yo tengo suerte porque como parece que al final de esa etapa me flashearon con el neuralizador de M.I.B....

...Aunque alguna cosilla recuerdo...

...A ver....

...Dejadme pensar.........

....Mmmmm....




12 comentarios:

  1. Como siempre digo, despampanante Mae, soy una de esas personas que no existo, pues no tengo Faceboook.
    He curioseado el de mi mujer y el de mi hermana (con permiso, obvio), y aunque me dan muchas ganas de saber de aquellas personas que alguna vez pasaron por mi vida, he llegado a la conclusión de que perder mi privacidad para conseguirlo es un precio que no quiero pagar.

    Cuando se encuentra con gente de hace tantos años, suele llevarse uno muchas sorpresas. Me pasó una vez que me enteré, treinta y tantos años después, que esa compañera de curso con la que fuimos tan amigos, en realidad soñaba con que fuéramos algo más, y nunca me lo dejó saber...

    ResponderEliminar
  2. Qué bueno lo de las velas que se derriten.

    Yo me parece que no tengo el perfil (y nunca mejor dicho) más adecuado para fb, quiero conservarme en el economato, no me interesan las vidas de mis ex-compañeros de nada y no sé poner posturitas delante de la cámara.

    Aunque reconozco que si me hubiera pillado hace una década o dos...

    Ah, que no sé, algunas cosas como "tiranteces" se difuminarán con la nostalgia, pero vamos, que si un tío te metía la cabeza en el wc de tu highschool (en las pelis lo dicen mucho), a lo mejor le tienes aún más asco y solo quieres ir de mega-cena con él para envenenarle la sopa.

    pd. Qué admirable cómo llevas lo de ser despampanante, oye, yo no sé si escribirlo.

    ResponderEliminar
  3. En esto del Facebook ocurre que soy muy cabezón: Dije NO, sigo diciéndo NO y (creo) que continuaré así.
    Así que definitívamente NO existo. Y la gente me mira raro cuando digo que no tengo cuenta ni en Facebook ni en Twitter ni en nada. Parece que es como decir que no tienes teléfono(o no tienes alma :S)

    En principio no quise porque leí cosas negativas al respecto (como que no te podias borrar, algo que al parecer pasaba antes) pero hoy sigo en mis trece de no darme de alta en ninguna red social porque me conozco y si me gustara mucho, la cosa iría en detrimento del blog, al que sí le tengo mucho cariño.
    Es más, algunos de los blogueros que más me gustaban han ido abandonando sus blogs porque les ha seducido más lo otro. Me entristece.

    Lo de reencontrarse con antiguos compañeros me parece maravilloso y fíjate, Mae, que no he necesitado Facebook para volver a saber de algunos de ellos, que encontraron la entrada que escribí sobre mi colegio y me escribieron despues de 30 años sin saber de ellos!

    En fin, que soy un erre que erre y que ¡larga vida a los blogs!
    Que no me entere, Mae que te pasas al otro bando!! :P

    ResponderEliminar
  4. Dado que un posible trending topic de mi propia entrada podría ser #despampanante (no sé si lo he escrito bien, no domino tanto Twitter) me veo en la obligación de aclarar que era una fina ironía, tan fina tan fina que espero que no haya pasado como con los bocadillos de jamón ibérico de los bares donde el jamón es prácticamente invisible.

    :(
    La verdad es que sí, gusta saber de las vidas de los demás pero a veces más por curiosidad.

    Hay tanta diferencia desde los años en que empiezas a ser adolescente hasta la edad adulta y son necesarias durante ese tiempo tantas etapas y experiencias importantes que te van configurando tu esquema del mundo que sinceramente y así, en bajito, al final estás tratando con auténticos desconocidos.
    La gente que haya continuado en contacto lógicamente no pero yo...

    A mí es que me da un poco de palo porque quedar y hablar de aquella época poco voy a hablar, más bien escuchar, que tengo el recuerdo un poco nebuloso y la verdad, llegar y contar mi vida como si aquello fuera alcohólicos anónimos...no lo veo.

    Ciertamente a día de hoy tendría bastante más que hablar con los que nos "blogueamos" que con mis antiguos compañeros.

    Además hay algo de impostura en la alegría con que algun@s se saludan en fb después de tanto tiempo pero es que en mi opinión, eso mismo lo provoca fb, que es como un escaparate donde no puedes ser menos que los demás.

    ResponderEliminar
  5. loquemeahorro

    Yo también creo que hay cosas que difícilmente se olvidan. Depende de la gravedad del asunto, claro. Si más o menos se solucionó entonces pues borrón y cuenta nueva que dicen pero si el contacto se ha perdido con el regustillo amargo o con alivio...el pasado siempre vuelve.

    Jaja, bueno en realidad el truco está en poner en mis perfiles la foto de mi gata, así no me reconocen por la calle ni me hacen fotos, ni salgo en las revistas, ni hago desfiles, ni cobro un pastón, que si no...a ver cuándo iba a sacar tiempo yo para escribir aquí :P

    ResponderEliminar
  6. JuanRErreErre Diablo

    Yo no soy muy adictible ni de lo que me gusta. Dudo mucho que las (superficiales) redes sociales consigan desplazar al blog (en total tengo tres así que está difícil).

    Detrás de un blog hay trabajo, esfuerzo, tiempo dedicado y ganas de ofrecer algo interesante, atractivo, espíritu de mejorar para mantenerlo vivo.
    Es un espacio más personal donde tú das un poco de ti (o mucho depende de lo que quieras mostrar) y los demás se toman la molestia de leer/ver lo que haces y dar su valoración.

    Las redes sociales si llevo mucho rato me estresan y a la vez me aburren; la información tan variada (y tanta) se actualiza por segundo y al final siempre estás asimilando datos con los que a veces no sabes qué hacer después.

    El calor de un blog cuidado con mimo es como ser recibido por un amigo con los brazos abiertos, un sitio donde te apetece estar y volver; anticiparte a disfrutar siempre es un buen principio para cualquier cosa.

    Los blogueros se convierten en amigos, de otro tipo, porque no conocemos nuestras manías, nuestro lado oscuro, nos faltan otros elementos propios de las relaciones de tú a tú pero incluso así son satisfactorias o bien podrían ser el punto de partida para relaciones más "reales".

    Si con todo este alegato no ha quedado clara mi postura entonces ya no puedo hacerlo mejor. ;)

    Escribir en tu blog y que recuperes amistades de hace 30 años es para que te nombren Arqueólogo Diabólico de Internet :P

    ¡Larga vida al blog! :)

    ResponderEliminar
  7. Más que clara tu postura :)

    Hasta prrrRRonto!

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  9. Me declaro profacebook aunque también entiendo vuestras razones para no serlo. A mi la aplicación me resulta muy útil. He estudiado en varios colegios, he vivido en varias ciudades, tengo amigos por distintos lugares muy desperdigados y gracias a face, les tengo a todos metiditos como en un pack que me puedo llevar de un lado para otro. Si no me conecto en un tiempo, tengo la certeza de que cuando lo haga sabré fácilmente de todos ellos.

    Mi primer colegio fue el que más me marcó, salí de allí con 9 años y muchos años después apareció facebook y volvió a juntarnos. Quedamos, fue un encuentro divertido y muy positivo, llevamos fotos, recordamos múltiples historias... Hemos llevado vidas de lo más dispares, y no sé cómo pero mágicamente hemos encajado. De repente no sé si tengo nuevas amigas o si es que las he recuperado porque realmente a esa edad tan temprana tampoco puedes mantener una amistad... Me encantó, tenía que decirlo, disculpad toda esta charla pero quería demostrar que facebook también tiene su cara buena.

    Evidentemente en face no se puede tener a todos los conocidos, yo tengo a un número de 1,2 o incluso 3 representativo de cada grupo de amigos, esos me valen de contacto para saber del resto y con facebook me resulta sencillo. De vez en cuando utilizo el correo electrónico pero parece que somos un poco vagos en general y con facebook a golpe de ratón sabes cómo les va... Comodidad.

    ResponderEliminar
  10. Mirando desde la azotea
    Es que tú entrarías en la categoría de personas que realmente tienen muchos amigos y les tratan. Incluso te relacionas con ellos fuera de fb.

    La otra ventaja que tiene es ésa, que te llevas el "pack" donde quieras y más en tu caso que no se sabe muy bien dónde estarás :P

    Desde luego gracias a fb -y a pesar de que no entro tan a menudo- puedo saber de vosotras y por ti fue por quien me di de alta así que el honor es tuyo, preciosa.

    ResponderEliminar
  11. Y lo que yo agradezco haberte convertido un poquitín... Yo creo que con lo del blog me terminaste de enganchar tú, fue leeros un poquito y me animé. Es una forma de recordar todo esto que de otro modo, Dori, la moi, acabaría olvidando. Me acuerdo de un montón de tontinacadas de cuando era niña pero no sé a dónde fue a parar mi memoria después (ahora que me he puesto con el yoga, supongo que debe andar con mi elasticidad por alguna parte...)

    ResponderEliminar
  12. Pues que bien que nos ayudáramos a engancharnos! Recuérdame que nunca te pregunte sobre drogas y sustancias ilegales :P

    Yoga...aaaaah, es una de mis aficiones favoritas. Me da tanta paz...Y la elasticidad, joer, cómo se nota. Como yo quiero hacer deporte de desgaste (bici) y de relax (yoga) pero no tengo tiempo para los dos los voy intercalando durante el año, más o menos y cuando retomo el yoga parece que estoy hecha de remiendos, que tirante está todo!

    ResponderEliminar