22.9.10

Re-forma


Eso es lo que va a tener nuestro piso: una forma nueva. Bueno, hasta donde lo permitan sus muros de carga.
Y todo ello será posible a la inestimable colaboración de los bancos. O a su falta de ella.
Claro, porque resulta que tú solo* vas a pedir una hipoteca y, después del soponcio que se han llevado los bancos con la crisis, que han perdido toda su autoestima y confianza en el mundo mundial, pobrecillos, resulta que solo te conceden el 80% del valor de venta o de tasación, si éste es más bajo que el de venta.

Normal, yo es que tengo un calcetín tamaño Demis Roussos (con todo el respeto para él) en el que llevo metiendo mensualmente desde que nací, unos fajos de billetes que me permiten ahora casi pagar la mitad del dinero que necesito -porque no lo tengo, si no no lo pediría voluntariamente al banco para que me lo cobrara mucho más caro**- de un piso que encima no supone un salto cualitativo con respecto al actual pero que me permitirá vivir un poco más desahogadamente en cuanto al espacio.

Llegados a este punto uno puede pensar: "Bien, pero siempre ha habido que tener unos ahorros previos para comprar un piso"
Pues esto es cierto pero existen circunstancias en las vidas de las personas que truncan esas previsiones. 

A veces a un@ le pasan cosas que interrumpen el fluir esperado de los acontecimientos. Un@ ya iba encaminado a cumplir esas expectativas, de hecho había llegado a culminar etapas en las que se tiene una vida montada, ya había aportado los ahorros previos para conseguir iniciar una vida independiente y se encuentra con que tiene que empezar de cero y no es fácil.

Los gastos se suceden y en esta etapa inesperada nada tienen que ver con mejorar tu calidad de vida tal y como se entiende la expresión, aunque a la larga lo estés haciendo. Surgen situaciones vitales con las que no contabas y para las que el mundo actual supuestamente civilizado no está preparado ni para contemplar. La vida sigue y los años pasan y tienes que seguir atendiendo tus responsabilidades y tratando de no perder tu hueco en la vida porque no hacerlo así es quedarse marginado de toda posibilidad de rehacerla.

Después de mucho esfuerzo moral y económico recuperas la estabilidad y, has tenido suerte, la felicidad; que ahora encima es mayor que la primera vez (no vamos a ahondar en las causas). En este punto es cuando consideras que quieres llegar un paso más lejos y eso requiere otro esfuerzo económico que estás dispuesto a asumir a pesar de que en cuestiones de préstamos un@ no es el que se lleva los beneficios.

Te vas animando, vas adentrándote en el mercado inmobiliario, te vas desanimando, vas acotando los sueños y elevando a ilusión lo que antes considerabas decepción pues ya sabemos que el ser humano es sobre todo adaptable.



Visitas pisos y te vas asomando tímidamente, primero, al proceloso mundo de los bancos por internet y allí puedes hasta experimentar milagros y que te den el 100% de la hipoteca con gastos incluidos. A fin de cuentas lo contemplas porque tu sueldo lo permitiría y ya que no has podido re-ahorrar para diez años, te resignas.

Te envalentonas y te decides a ir a los bancos a contrastar/ampliar la información y ahí se te cae todo al suelo. Al suelo hipotecario que es muy alto. Con esto de la crisis es que ha subido hasta el suelo mientras el techo se nos cae a pedazos. Aquí volvemos al punto de inicio de esta entrada.

Después de decirte que solo se concede el 80% sobre el valor más bajo ya sea el de venta o el de tasación, al personal del banco (ellos solo cumplen con su trabajo, ¿no?) les cambia la expresión, se ponen la máscara y la chistera y la agitan para ¡puf! sacarse unos pisos embargados o a punto de embargar con los que sí se puede conceder el 100% del préstamo.

La situación es grotesca ya que en realidad están sacando cadáveres de la chistera. Algunos todavía están calientes porque si no te importa no verlos antes puedes comprarlos para evitar que otro comprador desesperado se adelante. Lo peor de esta última circunstancia es que si lo piensas un poco estás comprando el piso de embargo con el antiguo propietario dentro. Es puro canibalismo inmobiliario.

El último cartucho es que recurras a una financiera especializada en hipotecas donde la información que mantienen en internet es como la de los bancos: inútil y descatalogada (a mi esto me recuerda a un término que tiene mucho que ver con no decir la verdad pero no voy a profundizar en estos conceptos pues no me dedico a la lingüística).

La propuesta más viable para conseguir un símil de "hipoteca 100%+parte de gastos" es que hipoteques la vivienda que quieres habitar y otra vivienda de algún familiar (con el que ya te puedes llevar muy muy muy bien) que esté libre de cargas y así ¡tachán! te den permiso para comprar una casa nueva.
Es como un aval pero por el que además pagas. 

Yo me pregunto: si existe algún familiar tan tan tan tan generoso que va a dejar que otra persona hipoteque su casa ya pagada teniendo también que pagar la hipoteca-objetivo que sería la vivienda recién adquirida, con el riesgo de que en caso de impago este familiar también se quede en la calle ¿para qué quieres un préstamo? Mejor sería que el familiar pidiera una hipoteca-mini para su casa y así dejarte el dinero que te hace falta adelantar para pedir una miserable hipoteca, ¿no? O que este familiar pida un crédito más o menos pequeño que tú le devolverás. En cualquier caso este sufrido familiar siempre se jugaría menos que dejar hipotecar su casa en manos de otro.


Nuestra solución va a ser dedicar ese dinero que para los bancos no parece ser suficiente en contribuir a la vida laboral de profesionales cualificados que hagan magia blanca convirtiendo nuestro piso en un espacio más habitable, más espacioso, acogedor y que encima parezca todo esto para continuar con el desarrollo de nuestras vidas.

Con razón el mercado del ladrillo se ha reciclado al de la llana y la maceta.


*solo entendido como unidad individual personal, no como: "buenas, yo pasaba por aquí y ya que voy a sacar 300€ de la cuenta para esta quincena  se me ha ocurrido que si me pueden conceder una hipoteca de nada"

**reflexión motivada por una conversación con Pelotillo a través de otra conversación que mantuvieron él y Mafioso hace algunos años

P.D.: Cuánta razón tiene Aslan.


[fotos cortesía de 
www.lujoymoda.com
www.decorailumina.com
www.pintomicasa.com]

4 comentarios:

  1. Curiosa la forma de expresar la situación en el blog y como no, sorprendente, no por el contenido (que por suerte o por desgracia viví) sino por la forma, como siempre, genial (y no es peloteo a pesar de ser Pelotillo).

    En realidad me da igual que la magia sea blanca, negra o gris, el caso es que nos quede la casa como queremos.

    Al igual que en Las Crónicas de Narnia, Aslan es la sabiduría hecha León, y no por las barbas que también podría...

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  2. Gracias por los halagos que siempre acarician el espíritu, jeje.
    Peeero debí expresarlo mal porque la magia blanca es en contraposición a la negra que hacen los bancos...Aaaaaisss, tendré que apuntarme a ese curso de escritores que llevo taaanto tiempo viendo...[Es broma, que te conozco] Besitos.
    Gracias otra vez, porque el apodo se lo puse yo. (¿Ves? Esto pasa por halagarme tanto que luego "me crezco" y no me aguanto]

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  3. Me pierdo irremediablemente en todo lo relativo al mundo bancario, tanto en el lenguaje que emplean como en la forma que tienen de actuar.
    Voy a los bancos lo menos posible, por si las moscas, que hasta a los diablos les dan miedo los vampiros... :S

    Pero seguro que tú sí sabes cómo hacerles algún hechizo para conseguir tu (vuestro) propósito. Suerte en la empresa! ;)

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  4. Últimamente y con respecto a los bancos no sé nada de hechizos; solo se me ocurre hacer "magia burra", que no voy a detallar aquí por no violentar los ojos/oídos de mi estimada audiencia. :)

    Y si los diablos temen a los vampiros...imagínate lo indefensos que estamos los demás. A ver si me doy un paseo por el infierno y consigo ayuda extra.
    [Muy buena la frase! :D ]

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