13.10.10

Triste y sola...

...me voy a quedar sin mi bici estática. Bueno, sola sola no, que tengo a Pelotillo y a mis gatos en casita...Pero en cuanto a objeto-de-uso-habitual-que-se-ha convertido-en-imprescindible, sí.

Cuando me la compré hace unos 3 años no pensé que la iba a usar siempre con tanto entusiasmo como lo he hecho. Sí sabía que la iba a usar pues para eso me la compré después de pensármelo bien pero todo el mundo decía: "bueeeno, al final se queda aparcada sirviendo de galán de noche". Como veían que yo estaba decidida a ser consecuente algunos también decían: "bueeeno, al principio la usas con ganas y tal pero como es tan aburrido al final pasas de ella".

Pues no en mi caso. La he usado regularmente y salvo que estuviera enferma o de vacaciones o algún imprevisto impepinable he acudido a mi cita cuando tocaba. No ha sido el colmo de la diversión subirse a pedalear sin que el paisaje se volviese un poquito borroso -no cuenta subirse contento de alcohol- pero tampoco es para tanto. Siempre la he usado enfrente de la tele, o con los auriculares en las orejas escuchando música o cuando necesitaba aclarar mis ideas, en silencio; las menos. Me he hecho adicta a mis sesiones de ejercicio. Ya no puedo vivir sin hacer algo de deporte.

Me fascinaba ver que en París caminábamos casi 7 horas diarias recorriendo la ciudad y en Madrid puedo pasarme las mismas horas en la oficina, a las que hay que sumar las del transporte, las esperas, el trabajo en casa delante del ordenador. Creo que mi cuerpo está diseñado para moverse y la bici ha sido una bendición cuando el resto de obligaciones te van robando el tiempo sin que te des cuenta.

La razón de que mi fantástica bici salga de casa es porque necesito subir de nivel. He descubierto la maravilla de conjugar el poco tiempo libre con hacer ejercicio en casa y la verdad es que es una fórmula estupenda para mi. 
Ahora quiero más. Mucho más. 
Quiero una bicicleta elíptica. Se acabó el hacer ejercicio sentada. Bienvenido el movimento total. Supongo que sufriré los achaques del cambio de ejercicio pues una ya tiene sus ais de vez en cuando pero creo que la sensación va a ser muy positiva. Estoy convencida de que no defraudará aunque primero tiene que venderse mi fiel bici. Este viernes se va a Trocathlon
La despediré con algo de pena, con la alegría por el resultado obtenido y muy agradecida por el bien que ha hecho por mi.


4 comentarios:

  1. Vaya, pues te felicito por la constancia. Yo en los deportes soy de lo más veletoide: unas temporadas soy un pasote y otras un pasota. :p

    En mi casa hubo una bici que por un tiempo sirvió para dejar la ropa encima. Con eso te lo digo todo...

    Venga, Mae, duro contra los ais ;)

    ResponderEliminar
  2. Ya que tú no lo haces actualizo yo. La bici se ha vendido el primer día de Trocathlon así que ya queda menos para... ejem, cambiar la elíptica por un banco de remo... Vaaaaale, ya me callo. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. JuanRa
    En mi caso es necesidad. Me paso muchas horas sentada al día, justo lo contrario a lo que mi forma de ser me pide. Y sí, también es muy útil como galán de noche ;)
    Como no ponga la ropa del día siguiente extendida sobre el banco de remo....

    ResponderEliminar
  4. Pelotillo

    Actualizar sí actualizo. No tienes más que ver la entrada post-erior. ;P

    De momento podemos coger unos cucharones de servir y practicar en la bañera, para hacer músculo para el remo. Ya verás que risa los nuevos dolores cuando estrenemos el aparatejo!

    ResponderEliminar