5.5.11

Devorador@s de historias: El ángel perdido

Javier Sierra es periodista de profesión y de formación, además de escritor. La publicación de sus libros ha estado principalmente orientada hacia el ensayo aunque también ha desarrollado su vertiente narrativa.
En este último género la ficción se puede encontrar en los personajes y en algunos acontecimientos necesarios para el desarrollo de la trama pero en lo referente a datos históricos o científicos éstos son siempre contrastables.

Así es El ángel perdido, una historia de ficción, novelada, que gira en torno al mito del arca de Noé y de los ángeles y sobre todo de la posible comunicación a lo largo de la historia entre seres humanos y seres "divinos", en el sentido más amplio de la palabra. 
La protagonista es Julia, una mujer de cualidades especiales que se encarga de restaurar la catedral de Santiago de Compostela y a la que le sucederán hechos insólitos que desembocarán en acontecimientos todavía más asombrosos.

De Javier Sierra he leído algunos de sus ensayos y he de decir que me gusta su trabajo porque a diferencia de otros periodistas también orientados a prestar atención a fenómenos aparentemente inexplicables desde la ciencia, le considero serio. Creo que le interesa más llegar a la razón última de estos fenómenos, siempre con un enfoque histórico, alejándose de la espectacularidad del hecho en sí. En el polo opuesto para mí estaría Iker Jiménez, a quien considero demasiado teatral en el planteamiento de las incógnitas lo que le quita credibilidad.

Por otra parte Javier Sierra es una persona que siempre se documenta, que experimenta, que viaja y comprueba por sí mismo aquello que estudia, asesorándose por especialistas en las ramas científicas que puedan ser útiles para conocer más del hecho que investiga y lo que más me gusta de todo y hace que luego repita con él (a través de los libros nuevos que escribe) es que siempre siempre deja en manos del lector/espectador decidir qué quiere creer o no. Él plantea el fenómeno, expone la información que puede explicarlo con todas las alternativas posibles pero nunca se posiciona ni trata de convencer a nadie de que lo que cuenta es verdad o mentira.
Me parece un tipo carismático, objetivo y muy sensato.

En cuanto a sus cualidades como escritor he de decir que en narrativa siempre le he considerado un poco flojo. Ha habido una evolución desde las primeras obras pero creo que donde mejor se maneja es en los ensayos.
A diferencia de historias anteriores, en El Ángel Perdido ha arriesgado un poco más. La acción no se hace esperar desde el comienzo de la historia y hay momentos duros impensables en libros suyos anteriores. Después el ritmo se ralentiza un poco y aparece el ensayista que hay en él cada vez que aporta datos concretos y verificables.

A medida que lo iba leyendo le decía yo a Pelotillo: "creo que se ha dado cuenta de que la gente lee menos los ensayos y visto el éxito que han tenido libros como los de Dan Brown, ha decidido hacer novela para poder hablar de lo que realmente le interesa y llegar a más gente" (en vez de utilizar las investigaciones para elaborar una historia con una idea original). Mi satisfacción por haber "leído" entre líneas al autor ha sido total al terminar de leer la historia y encontrarme con el epílogo.

Como conclusión subjetiva y personal sobre este libro diré que cuando lo cerré pensé que quizás estamos todos equivocados, los que creen en un dios y los que no creen. 
Quizás en la historia del ser humano, bastante corta por cierto, lo único que ha sucedido es que civilizaciones  más evolucionadas (llamadlo "X") se han ido poniendo en contacto con nosotros para mostrarnos lo que nosotros vemos como avances, en un acto de comprensión por su parte de unos seres más primitivos, con los que se han podido ver reflejados en un pasado muy lejano. Puede que hayan ido compartiendo con nosotros conocimientos destinados a ampliar nuestras capacidades físicas limitadas, viendo un potencial que nos hace capaces de superarnos para nuestro propio asombro; saliendo a nuestro paso de una forma totalmente aleatoria y casual en el transcurrir de los siglos, sin ningún fin, ni sublime, ni amenazador, ni de "a partir de ahora vamos a ser amigos", de la misma forma que cuando vemos a un niño coger mal una cuchara le enseñamos cómo hacerlo correctamente.

Quizá la muerte no sea más que el fin de lo que tenemos más a mano que es la materia, el cuerpo. Desde nuestras perspectivas terrenales es el fin absoluto pero igual que no somos capaces de imaginar el tamaño del universo puede que no sepamos imaginar otro estado distinto y por esa misma razón nos hemos construido una vida celestial después de la muerte, un alma, un dios, un ser poderoso, único que todo lo sabe y gobierna nuestras vidas.

¿Quién dice que el universo ha de ser igual de lineal que nuestras mentes? Después de todo, con 500 millones de planetas en nuestra galaxia se reafirma la famosa frase de Carl Sagan: "demasiado espacio desaprovechado".

Javier Sierra siempre consigue este efecto en mí: hacerme pensar con una perspectiva distinta sobre cuestiones que incluso ya me había planteado antes.

[clic para ver el argumento]



4 comentarios:

  1. Qué bien te explicas, Mae.
    También creo que en ti hay una "escritora desaprovechada"

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias! Viniendo de un Trovador del Infierno como tú es todo un cumplido :P

    ResponderEliminar
  3. Un libro flojillo, una historia cogida con pinzas, unas cuantas fábulas y Javier Sierra => Best Seller al canto.

    El libro está bien si te lo tomas como lo que es, una novela aunque quién conozca a Sierra sabrá que siempre se documenta muuuuuucho y que al contrario de "iiiissssshhhh" Iker Jimenez que te suelta lo primero que le envía la audiencia este hombre como mínimo se lo curra. Por otro lado hace falta muuuucha pasta para documentarte 'In situ' de todo lo que hablas en un libro. Turquia, escalar el Monte Ararat, Santiago de Compostela, aviones, hoteles, guías, sobornos etc... No sé si sigue siendo el director de Año Cero o la ha vendido y con la pasta se dedica a ver mundo y a escribir para rentabilizar sus viajes.

    Sea como fuere a mí me gusta como escribe más que nada porque me entretiene, que para lecturas más "densas" ya tengo las de mi trabajo.

    ResponderEliminar
  4. Podríamos hacer una sección que se llamara Ladrillos informáticos ;)
    Creo que es asombroso que no hayas perdido aún la capacidad de comunicación con los seres humanos...

    ResponderEliminar