24.7.12

El Cuarto de Baño {La Publicación} - Parte 7


TROZO 10. Emilie.

Puse encima de la mesa el resto de los papeles que tenía, busqué y rebusqué por todos mis bolsillos, mi cabeza no paraba de hacerse preguntas, una detrás de otra, sin parar, no entiendo por qué no hay forma de parar esta extraña sensación, esa adrenalina que hace que sientas que observas el mundo mientras el resto pasa a tu alrededor inconsciente de quién eres y de los secretos que quieres descubrir. 
Alcé la cabeza un par de veces mirando al vacío, hacia el fondo del local, sin poner atención a los rostros de las personas que estaban allí conmigo, sentía que nada podía sacarme de esta historia, tenía que seguir montando las piezas de este puzzle imposible, así que seguía y seguía intentando encontrar la relación entre un nombre ¿y un apellido tal vez? Un nombre, un círculo azul... seguía intentando descubrir qué debía hacer con él, hasta que el grito fuerte de un niño al caerse de la silla y los de su madre al ver la escena, me hicieron volver a la realidad. Seguía allí en el mismo bar sin saber aún hacia dónde dar mis siguientes pasos.
Fue entonces cuando me di cuenta de que el café con leche que me había pedido se había helado completamente, ni siquiera me acordaba de él, y mi estomago comenzó a hablarme y quejarse por haberle olvidado. Necesitaba comer algo para seguir con mi aventura. 
Llamé a la camarera que con su particular concepto del tiempo, se acercó cuando termino de hablar con su compañera sobre la cena que había preparado a unos amigos la noche anterior. Yo comenzaba a ponerme nerviosa, queria otro café, comer y seguir el ritmo, así que la llamé de nuevo. 
Se acercó haciéndome notar su desagrado, y sin darle tiempo ni de que se acercara casi a la mesa y me preguntara, la ataqué con mi demanda: 
- Un café largo bien cargado y una tostada con mantequilla y mermelada.
Me hizo un gesto afirmando que habia entendido lo que le habia pedido y se acercó un poco más para retirar el vaso de mi café olvidado. Al ver la mesa toda desordenada me preguntó si estaba preparando un examen entre tantas horas, notas, bolis... y al ver el nombre de Segis Volpe sonrió preguntando si era algun pintor renacentista que tenia que estudiar sus cuadros. 
Sus palabras sonaron en mi cabeza que de nuevo tomó aceleracion y le pregunté si tenían un listin telefónico en el bar. Sus risas me hicieron pensar en nombres de calles, de personajes famosos, escritores, pintores, cientificos... ¿Podría encontrar alguna relación entre todos esos nombres y mi personaje anónimo y mis números? 
Su risa ironica se paró en seco al oir mis palabras, y me respondió con una frase directa: “Voy a mirar”, por lo que entendi que volvería en unos minutos; no sabía si con o sin el listín, pero sí sentí que volvería.
Y lo hizo, cargada con 3 cuadernos grandes, dos listines y un gran callejero, pues ya con una voz más dulce confesó que no sabía el por qué no habían tirado los viejos, pero los había traido porque una nunca sabe lo que puede llegar a encontrar entre los libros, me dijo, como si minutos antes hubiese estado dentro de la biblioteca e hubiese vivido conmigo todos los detalles de la historia. 
Comencé abriendo uno de los dos listines, el más viejo. Comencé por la ultima pagina en busca de algun pariente de Volpe, tal vez podria encontrar algún número al que poder llamar y poder preguntar sobre esta persona desconocida.

{Continuará...}

2 comentarios:

  1. jajaja...esta emi...me gusta...pero sabiendo que tiene poderes de visionado...ya habría resuelto el enigma..jajaja. Me gusta eso de que no sepamos sobre los demás, porque le da al personaje una cierta ambivalencia...

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  2. Investigar, averiguar, descubrir ¡menudo sabueso está hecha esta Emilie!

    Un abrazo.

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