25.4.11

Recuperando el equilibrio

A la vuelta de una merecida semana de vacaciones que no sé si será santa pero que en mí ha obrado milagros he amanecido hoy lunes con una desconocida sensación de indiferencia.
Indiferencia ante el despertador, ante el madrugón, ante ir a trabajar, ante la rutina. Hasta la he considerado lo más parecido a irme contenta a trabajar teniendo en cuenta el estado anímico en el que me encontraba antes de la bendita semana. Estaba tan al límite que hubiera prendido hasta con una cerilla apagada.

La única emoción negativa es el temor que tengo a que este estado de beatitud y paz interior se me soliviante y sin darme cuenta caiga otra vez en el lado oscuro.

De momento y para afianzar mi buen rollito comparto unas fotos del entorno y los elementos culpables del mencionado bienestar. A malas siempre puedo volver a mirar esta entrada y evocar esos momentos tan especiales.






Jo, la verdad es que estaba fatal!

[Más momentos zen en In Vitreo]

4 comentarios:

  1. Aiiissss, ¡qué recuerdos! Y pensar que tan sólo hace una semana de eso... aquí todo va muuucho más deprisa de lo que parece.

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  2. Sí, y algunas cosas demasiado despacio X(

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  3. Bonitas instantáneas. La del horreo me encanta.:)

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  4. Gracias, JuanRa. Pues si vieras el paisaje en "panorámico ocular"....

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