1.4.11

Tarima trampolín



 Ya dije en una ocasión que el tema reforma no había acabado para In Scriptum, pero ¡oh!, confiada de mí, yo hablaba como motivo central para las entradas de este blog. Lo que yo no sabía es que meses después de supuestamente finalizada la reforma ésta estaría realmente sin acabar.

Entre otros "detalles" en los que no voy a entrar en este momento, pasado un mes aproximadamente desde que terminó de forma oficial el cambio y ya con los muebles del salón instalados en su sitio, empezó a aparecer un pequeño abultamiento en la tarima en una zona de paso del salón, .

Al principio era sutil y pensábamos: "como la tarima suena a veces cuando la pisas pues habrá sido eso", "se está ajustando", "unas veces suena y otras no, ¿¿no??". Pero aquello empezó a crecer y a crecer y descubrimos que prácticamente teníamos una pequeña colina en el salón.

Hablamos con el maestro de ceremonias de la reforma y nos mandó al carpintero. Demostrando que el pensamiento lógico no era una de sus mejores habilidades, quizás la carpintería tampoco, nos dijo que el pequeño accidente orográfico era porque estaban puestos los muebles del salón y estos empujaban la tarima.

Después de unos segundos de desconcierto porque los de reflexión los desechamos inmediatamente con semejante argumento, Pelotillo y yo pensamos que evidentemente teníamos que haber elegido una decoración de estilo japonés, con moqueta en el suelo, cojines en el suelo y tatamis para dormir, y celebrar la ceremonia del té todos los días a las cinco de la tarde, por aquellos de unir culturas.

El caso es que supuestamente lo arregló (esta entrada debería haberse llamado Supuesta tarima no supuestamente trampolín) volviendo a cortar madera dentro de casa, ¡horror!, motivo por el cual me metí en el dormitorio a respirar, no fuera que me fuera a ahogar -dentro y no afuera- en la peor de las etapas alérgicas del año. Para eso y para evitar que se me empezara a erizar el lomo al revivir la pesadilla de limpiar otra vez en profundidad pero ya con la casa puesta.

Los carpinteros se fueron por donde habían venido, es decir por la puerta, y nosotros quedamos conformes con habernos desecho del espontáneo mini parque temático que teníamos en el salón.

A los pocos días volvió a salir un promontorio aunque en otro sitio distinto.

La razón que le dio el carpintero a su jefe es que había humedad.
Ya.
Lástima que debajo de nuestro suelo no haya un arroyo subterráneo sino el piso del vecino de abajo al que por cierto nunca le he visto a través de las ventanas bucear en su salón.

Claro, que a lo mejor es que cuando los albañiles levantaron ese tramo del salón que tenía parquet del de verdad, hicieron un pozo y nos instalaron una fuente (que sea la de la vida del Age of Mithology, por favor) en vez que arreglar la roza que hicieron para pasar unos cables y taparla con cemento que ya se secó en su día.

O quizás el desgraciado terremoto y el tsunami de Japón han levantado las capas freáticas del trozo de tierra que ocupa el bloque de viviendas donde está ubicado mi piso.
Seguro. Va a ser esa la próxima explicación.

Ahora mis gatos, cuando pasan por encima parecen enormes porque cruje el suelo como si lo hiciera al pisar alguien de gran tamaño y yo cada vez que lo oigo me los imagino saltando involuntariamente por el aire durante un momento y aterrizando después para seguir caminando como si aquello fuera lo más normal del mundo.


  
[La primera foto ha sido extraída de www.yodibujo.es/articulos/mis-gatitos-2-la-continuacion-de-mis-gatitos_83149]

4 comentarios:

  1. Ah, los carpinteros... (como todos los otros especímenes que entran en nuestras casas dizque a "arreglar" algo) son unos personajes que -estoy convencido- los inventó el propio demonio un caluroso y aburrido día de verano...

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  2. Hummmm...Pues entonces ahora mismo escribo a JuanRa Diablo y le pido explicaciones! Ea! :<
    Nosotros empezamos bien pero estas cosas, en el mejor de los casos, nunca están del todo hechas.

    Bocadillos de paciencia es lo que nos vamos a tener que comer hasta que esto esté terminado pero mira, si me da material para el blog, ni tan mal ;)

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  3. Mejor no comento a cerca del hecho en sí (más que nada para no vomitar una serie de improperios procedentes que se me pasan por la cabeza en este instante (y los que quedan)) y me dedico a comentar tu exquisita redacción de los acontecimientos acaecidos en bla, bla, bla...

    Como diría Mamá Ladilla "Y es que el mundo no es como es el mundo es como yo digo que es..."

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  4. A ver si me puedo estampar la camiseta y cuando venga el carpintero me la pongo, y a ver si así im-pongo. :P

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