10.2.10

Quiero ser una mascota - V

 

Uno de los tópicos -al margen de otros mitos- en los que uno primero piensa cuando alguien dice "gato" es que son autolimpiables.
Son limpios hasta el extremo: si comen, se lavan; si beben, se lavan; si les tocas y tus manos huelen a cualquier otra sustancia que no sea tu propio olor, se lavan; se despiertan para lavarse -claro, que durmiendo mínimo 12 horas al día tampoco es tan raro- y vuelven a dormir; se lavan antes de dormir, después de dormir, después de visitar el cajón de la arena...
Una persona que se lavase las manos tan a menudo padecería un trastorno obsesivo-compulsivo pero los gatos no.
Es por ello que tienen esa lengua tan rasposa, para lavar y peinar en un mismo gesto.
Y al hilo de esta idea, al igual que con el temor a la gripe A se han comercializado los geles sin agua ni aclarado para la higiene de las manos ¿por qué no inventar un cepillo que lave y peine también en el mismo gesto? Me reinvindico en el título: quiero ser una mascota. (Aunque eso de pasarte la lengua por los genitales después de obedecer a tu ritmo intestinal no me parece muy tentador).


Este rascador es beneficioso para la higiene del felino y para la tuya pues no es nada raro, en convivencia mutua, encontrarse perfectas réplicas de las uñas de tu gato a modo de funda, enganchadas a tapicerías de sofás, colchas, cortinas, alfombras y a cualquier superficie firme y algo rugosa, a ser posible deteriorable al rascado de las uñas. Si es recién estrenada mucho mejor. 
En realidad, como ya se ha explicado en capítulos anteriores, el rascado corresponde a una de las variadas formas de marcaje del territorio del felino además de para renovar sus uñas en constante cambio debido a que son una herramienta de defensa y supervivencia fundamentales (también sirven para escalar, agarrarse, etc)

Con este aparato el gato se verá tentado a abandonar ese cálido y arañable sofá por la nueva superficie.

Hablando de higiene, el paradigma de la salubridad aunque bien controvertido: el cajón de la arena, donde los gatos y gatas, depositan sus residuos líquidos y sólidos, que ocultan con premura como si les diera vergüenza reconocer que ellos también tienen un aparato digestivo y que no son esos seres perfectos y elegantes como nos hacen creer cuando pasean el palmito por la casa.
Este invento, así a primera vista inofensivo y más parecido a una caja de embalaje de objetos delicados que a un cajón de arena, dispone de un sensor que a los 5 segundos activa un temporizador que hace la cuenta atrás de 10 minutos para accionar un rastrillo que deposita los residuos en un recipiente de plástico situado en un extremo de la caja y que deja sellado para evitar olores.
Incluye contenedores reutilizables y desechables.
El aparato funciona con corriente eléctrica o a pilas. La salida de la caja consiste en una rampa alfombrada que permite la limpieza de las patas del gato.
El rastrillo se detiene si un objeto se interpone en su camino. Si el gato vuelve a entrar antes de finalizados los 10 minutos el temporizador se pone a cero para comenzar de nuevo.
Entre otras ventajas si las anteriores parecen pocas, necesita menos arena que otros cajones no automatizados y puede desmontarse para una limpieza más profunda.
Incluye indicaciones para conseguir que el gato se acostumbre al artefacto.

 Este modelo es también automático pero la diferencia es que el temporizador es de 20 minutos.

  
Este otro modelo que aparentemente puede parecer una máquina de panificadora funciona cada 24 horas de forma que la caja gira lentamente y se va filtrando la arena, pasando las impurezas a una zona donde quedan aisladas y dejando la arena libre de olores y de suciedad. 
Es un sistema también seguro y en caso de que coincidan giro y gato el gato puede saltar limpiamente, sin riesgos ni temor. 
Parece un poco pequeño para que el gato pueda meterse dentro a aflojar sus intestinos pero al menos el gato de la foto parece confiado.


Esta bandeja sanitaria es de diseño más vanguardista que las anteriores. 
Aquí el gato puede sentirse como un astronauta dispuesto a conquistar el espacio. 
Lástima que no es una nave espacial aunque lo parezca. 
A mi, si fuera gato, me mosquearía un poco meterme dentro porque parece que de un momento a otro se va a cerrar por completo y va a salir volando por la ventana.
A pesar de la apariencia futurista y de las ensoñaciones paranoides tiene filtro para purificar el aire y erradicar los malos olores. Cuenta con una alarma cuando se acerque la fecha de cambiarlo y pulsador de rearme de la cuenta atrás. Incluye pala con forma adecuada para usarla con comodidad en las esquinas, cable de alimentación y 2 juegos de filtros. Está pendiente de patente.
 
Cambiando de aspecto pero no de tema volvemos al cajón de toda la vida esta vez con aires románticos.


Y el summum de los productos orientados a las acciones evacuatorias de los gatos: el adaptador para wc. 
Si no quieres tener que estar cambiando arenas, revolviendo con palas, utilizando sofisticados aparatos que hagan el trabajo sucio por ti o vives solo/sola y echas de menos pelearte con alguien por el baño  no tienes más que adiestrar a tu gato para que se acostumbre a usar el inodoro -¡como si eso fuera fácil!-. 
Ya puestos, que aprenda a tirar de la cadena, algunos los hacen, que lo he visto, pero claro, no a lo mejor después de deshacerse de sus propios residuos.
También se puede usar en el suelo aunque no explican concretamente cómo.

Este blog se precia de tener en cuenta a todo el mundo y siempre hay un huequecito para otras especies, al menos en este monográfico. Eso y que si todo lo anterior no te ha funcionado y la casa sigue teniendo un inevitable tufillo a desposiciones gatunas seguro que este líquido, aunque no sea 100% efectivo consigue erradicarlo. Sobre todo teniendo en cuenta que si funciona con mofetas el resto son niñerías.



¿Tu gato (o perro) se mea por las esquinas? Pues ya no hace falta que rastrees toda la casa tratando de detectar el origen de tan desagradable olor. Con esta luz negra, que hará que la orina aparezca fluorescente allí donde esté por muy invisible al ojo humano que a veces parezca , la encontrarás. La duración de la bombilla es de 5.000 horas aproximadamente y la lámpara se puede usar con toma a la corriente eléctrica o con pilas. 

  
Otra de la gama de productos para mascotas no menos sorprendente es la dedicada a la higiene bucal. Como puede verse a continuación no es tema baladí viendo la oferta.
Concretamente este tubo es dentífrico sabor vainilla o menta. Adecuado para dientes sensibles. Afortunadamente no necesita enjuagado.
Pero será de estómago porque a ver en qué momento consigues que la mascota espere pacientemente y no se lo trague, menos aún aclararle la boca, perdón, el hocico, como no sea con una manguera. 
Bueno, eso si en el intento de aplicarlo al animal no termina el dueño usándola sin querer.

Una buena pasta necesita un buen cepillado y qué mejor que este cepillo para cumplir con su función. 
Menos mal que la forma de la parte que soporta las cerdas -sin ofender- es bien distinta a la de  los cepillos de los humanos porque por el aspecto general, un día de madrugón y con prisas, puede acabar limpiando nuestra dentadura. 
Está pensado para gatos. 
¿Realmente alguien puede mantener la boca de su gato abierta mientras le introduce un cepillo para frotarle los colmillos y los mini-dientes delanteros?

Si parece difícil el cepillo manual siempre podemos recurrir a uno automático, eso sí, con cabezales de respuesto disponibles, para más datos.

Por último, los consabidos cabezales de respuesto para que nuestro felino no se quede sin su sonrisa de gato de Chesire.




1 comentario:

  1. Buenísimo lo de los cajones automáticos. Podían hacer algo igual para las personas y así no tendríamos que tirar de la cadena (aunque esperar 10 minutos después de... puag ;-))

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