5.3.10

El amor entra por la vista

Dos personas se conocen y de repente todo se llena de luz alrededor. 
El aire adquiere consistencia. El espacio y los objetos se vuelven pequeños. Las personas y los objetos animados se mueven mucho más rápido, girando alrededor como un torbellino. 
El tiempo se detiene para las dos personas que acaban de descubrir que han encontrado al ser que les faltaba a su lado. 
Un ser que ven por primera vez y ya lo sienten como una fuerza arrolladora que les susurra al oído que siempre ha estado ahí, esperando ese encuentro y que ya nada puede cambiar el nuevo vínculo; siempre caminarán juntos. 
Eso es un flechazo.

No solo pasa con las personas. A veces también pasa con las aficiones.

No recuerdo el ejemplar de National Geographic que tuvo la culpa.
No recuerdo qué fotografía expandió algo en mi interior que ahora se encoge cuando se me agolpan las ideas pero no puedo dedicarle tiempo.
No recuerdo ese instante glorioso en el que mis manos se convirtieron en dos pegatinas adheridas a la revista pero sí recuerdo el después.

Recuerdo cuando me suscribí y ansiaba que llegara la revista mensual para ver sus fotos. Mis pupilas recorrían cada centímetro de papel satinado sobre papel mate, admirando la belleza de cada foto, leyendo los artículos para poder entender mejor la instantánea y, detrás de ello, reconocer la maestría del fotógrafo que la había recogido.

De eso hace mucho mucho tiempo.

De ahí empezó mi afición a la fotografía y han pasado unas cuantas cámaras por mis manos, alguna ya digna de museo.

Sigo aprendiendo a duras penas en el tiempo que me queda entre estudio y trabajo.
Aunque ya no sueño con viajar con varias toneladas de material fotográfico recorriendo la jungla, esperando pacientemente a que se pose un tucán en una rama o ascendiendo a cumbres de altitudes que quitan el hipo -aunque me encantaría vivirlo-, me doy cuenta de lo difícil que es hacer buena fotografía y también de lo gratificante.

Menos mal que ahora tenemos internet, y más recientemente, blogs, y concretamente fotoblogs que dan acceso a que muchos talentos fotográficos sean conocidos y enseñen lo que son capaces de hacer.

Hoy como muestra, la mejor foto del día, de febrero de 2010, de National Geographic.


1 comentario:

  1. Jajaja, espero que fuese un bostezo de aburrimiento mientras esperaba a que el fotógrafo le retratase que si no...

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