23.2.10

Días extraños

Llega una persona a un mostrador. Quiere recoger el material de un curso de formación a distancia. Debe entregar documentación pertinente -formularios estandar incluidos-. Acude a recoger el material cinco horas antes de la inauguración del curso. No tiene la documentación.

Recoge los impresos en blanco. Los rellena. A punto de terminar concluye para sí que los podía rellenar en casa. Pide un sobre para transportarlos -días lluviosos-. No hay sobre. Entrega los impresos para que los rompan en el mostrador. Cuando vuelva en el horario correcto de la inauguración vuelve a rellenarlos.
 
Falta material en una oficina. Pero en realidad no falta. Sobra cuando todo esté completo.

Profesora habitual que entra siempre como una centella, solo coge la llave para entrar al aula ignorando el resto del material que necesita. Pasan las horas y los alumnos deben firmar, se tienen que ir en breve. Al final de su clase reclama que no le han dado el sobre.
Necesito una mesa especial de estudio. Me apaño con una carpeta gigante de ilustrador. Me prestan amablemente de forma provisional una mesa de estudio muy parecida a la que necesito. Tengo ahora menos superficie de escritura y me duele más la espalda que antes.

 
Menos tiempo libre para tareas-extras y ocio. Sábado libre ocupado todo el día. Tarde de compras para pintar una habitación.
Horas delante del ordenador leyendo. Horas delante de los libros de estudio leyendo. Robando minutos al tiempo para leer novelas.

Previsión de nevada en la ciudad. Temperaturas máximas de 11º.

El ser humano rompe la rutina constantemente.


2 comentarios:

  1. Sin comentarios. Simplemente me quito el sombrero. ¡Malditos jueces de concursos de escritura y fotografía que no tenéis ni idea y no le dais el primer premio a quién se lo merece! ¡Malditos! ¡MALDITOS!

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  2. ¡Jajaja! ¿No te apetece organizar un concurso y ser el jurado principal y único? ¡Mmmmuacas!

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