9.2.10

Quiero ser una mascota - IV


Un gato sano es un gato feliz. Eso es lo que dicen los anuncios y lo que nos dice el sentido común.
Precisamente de salud trata el tema de hoy.

Como sé que los millones y trillones de lectores y lectoras que me seguís estáis ansiosos (y ansiosas) por ver el contenido de la sección no os hago esperar más.

El primer artículo es aceite de salmón de Islandia, acunado por las puras y cristalinas aguas del país de los veranos breves.
Es un complemento nutricional para mezclar con la comida, por recomendación veterinaria. 
Eso sí, después que a nadie le extrañe que el aliento del gato huela a pescado.
Los gatos mayores también tienen pérdidas de orina, especialmente las gatas vetustillas esterilizadas pero claro, en vez de ponerles un braguero, se les puede administrar una solución homeopática para evitar que vayan dejando una huella no muy agradable a su paso -y ahorrarles el trago de ir en ropa interior por la casa-.

Este es un termómetro de oreja. Mucho mejor para el gato que tener que soportar que un tío con bata blanca que no le cae nada bien, que huele a perro, a desinfectante y que vaya usted a saber dónde ha puesto las manos, le meta nada por detrás.


Si el felino tiene los ojos secos puede beneficiarse de las lágrimas artificiales. Todo es poco para el bienestar del compañero animal.



Puede que tu gato no deba lamerse esa herida reciente que se ha hecho tratando de atrapar a un pájaro incauto entre unas ramas espinosas y el pobrecillo, es ver el collarín isabelino, y empezar a sudarle las almohadillas.
Una vez con él puesto se siente incómodo, se tropieza con todo lo que antes podía esquivar elegantemente y tú, sin salir de tu asombro, ves cómo el gato empieza a andar para atrás como si se hubiera aficionado a algún tipo de baile de diseño inspirado en las coreografías de Michael Jackson.

Pues eso se acabó. Ahora, como si tu gato fuese un pasajero vip en viaje de placer, puede disponer de un collarín inflable seguro contra arañazos, flexible pero firme, cómodo y mucho más estético.
Ya no más peleas intestinas tratando de sujetar a ese manojo de patas mientras con el meñique intentas cerrar el collarín isabelino en torno al cuello del animal sin estrangularle y sin que el asunto termine con una bola de pelo echando chispas sobre el parquet y tú con la media luna de plástico en las manos.

Como si de disfraces fuese la cosa continuamos con la protección contra sí mismos. Este bozal es de nylon, es cómodo e inocuo para el felino. Especialmente indicado para animales que tienden a morder con saña cuando no están conformes con esa vacunación periódica o cualquier momento crítico en el que necesiten un cuidado especial a pesar de que ellos lo ignoren.
La verdad es que vista la foto fuera de su contexto parece que estos gatos hubieran sucumbido a algún tipo de perversión más propia de humanos que de felinos pero no, es solo un bozal inspirado en las caperuzas de cetrería.

¿Te gusta el deporte? ¿Sueles hacer seguimientos de tu evolución? ¿Tienes perro?
Si eres un apasionado del ejercicio y harías una gráfica hasta de la caída de una hoja este podómetro para perros es un artilugio idóneo.
[Nota: En esta sección se nos ha colado un perro y es el que podría llevar el podómetro. Aunque el monográfico sea sobre gatos principalmente, se admiten visitas; aquí no se rechaza a nadie que venga con buena voluntad]
Con este aparato puedes controlar el progreso de tu can y evitar que coja esos kilos tan insalubres que le harían resoplar por las esquinas.
Y tu perro encantado de que salgas con él a disfrutar del aire libre.

2 comentarios:

  1. Me gusta en especial lo del collar a prueba de arañazos. Estaba pensando yo en hacer otra cosa a prueba de arañazos para los gatos caseros sin castrar, algo así como una gatita hinchable... ¡Brunssss, todavía hay esperanza....!

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  2. A lo mejor le podemos echar unas gotitas del producto homeopático en el pito y así se aguanta unas horitas...¿o un braguero?

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